Si quieres tener una casa libre de bacterias, es indispensable mantenerla en perfectas condiciones de limpieza, lo cual significa limpiar, al menos, tres veces a la semana. Por consiguiente, todos los implementos de aseo, incluidos escobas y mapos necesitan estar en buen estado y renovarse constantemente.
Para evitar que la escoba y el mapo que usamos para las tareas de limpieza se conviertan en fuentes de contaminación, es necesario limpiarlos después de cada uso.
Para cambiar la escoba y el mapo, es importante tener en cuenta la frecuencia máxima de uso de cada uno y reemplazarlos en el momento adecuado.
Igualmente, es aconsejable tener solo los implementos que vamos a utilizar, evitando almacenar escobas y mapos que ya no están en uso.
Cuándo reemplazar la escoba
La escoba es uno de los utensilios de limpieza más duraderos. Su vida útil es de varios meses, dependiendo de la frecuencia de uso, el tipo de piso que se barra, y el mantenimiento que se le haga.
Es importante limpiar la escoba después de usarla, eliminar primero los restos de polvo y suciedad, sumergirla en agua con un poco de cloro, dejarla unos minutos, aclarar y dejar secar completamente con las cerdas hacia arriba.
¿Cómo sabemos cuándo es el momento de reemplazarla?
Desgaste de las cerdas. Las cerdas de la escoba tienden a desgastarse con el tiempo debido al constante roce con el suelo. Si las cerdas están dobladas o rotas, no pueden atrapar eficazmente la suciedad y el polvo, por lo tanto es hora de cambiarla.
Mal olor. Si tu escoba comienza a oler mal incluso después de limpiarla regularmente, es un signo de que ha acumulado suciedad y bacterias que no se pueden eliminar por completo. En este caso, es mejor reemplazarla para evitar la propagación de gérmenes.
El tiempo máximo de uso recomendado para las escobas es de 6 meses.
Cuándo cambiar el mapo
El mapo es otro elemento clave para hacer la limpieza de tu casa. Se pasa después de barrer y su función es eliminar los restos de polvo y suciedad que la escoba no ha alcanzado a recoger y recuperar el brillo del piso.
Al estar en permanente contacto con la humedad, es muy propenso a conservar gérmenes, por lo tanto, después de usarlo, debemos lavarlo muy bien con cloro disuelto en agua, y dejarlo secar completamente.
¿Cuándo es hora de cambiar el mapo?
Deterioro visible. Si notas que las fibras del mapo están desgastadas o deshilachadas, es mejor reemplazarlo. Un mapo en mal estado no podrá recoger eficazmente la suciedad ni retener el agua, lo que afectará la calidad de la limpieza.
Mal olor. Un mal olor en el mapo, aunque se haya lavado, indica acumulación de bacterias y gérmenes. Para garantizar resultados óptimos y un ambiente saludable, es necesario cambiarlo cuando muestre estos signos de deterioro.
El tiempo máximo de uso de un mapo es de 20 días en condiciones normales.
Cambiar la escoba y el mapo en el momento adecuado es esencial para mantener una limpieza efectiva y un entorno saludable en tu casa. Las señales de desgaste, pérdida de eficacia y problemas de higiene son indicadores claros de que es hora de cambiarlos.
Recuerda que estas herramientas son inversiones en la limpieza de tu hogar y en la salud de tu familia.
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